miércoles, 28 de abril de 2010

Miercoles 10 de Marzo del 2010

A la curul no llegó Nava, pero sí Pinocho

César Nava no llegó, no dio la cara. Pero la piñata dedicada a él con la figura de Pinocho sí estuvo en el salón de sesiones, cerca de su curul.

“Lástima que no esté aquí, me encantaría tener un debate con él”, dijo desde su lugar Beatriz Paredes Rangel. Eufóricos, los suyos la aclamaron. Los panistas seguían demudados.

En esos momentos, cuando desde la tribuna unos y otros se recriminaban, intentaban justificarse, interpretaba cada cual a su manera el ya celebérrimo convenio de Bucareli, en la parte trasera del salón de sesiones, José Ramón Martell, diputado priísta, preguntaba a uno de los colaboradores más cercanos de Josefina Vázquez Mota: “¿Y César dónde está?”. La respuesta era inmediata: “Ya viene para acá. ¡Que suba él a defenderse, que no la friegue!”.

Conciencias tranquilas

Minutos antes, cuando de manera inesperada Beatriz Paredes pidió la palabra, dijo que tiene la conciencia tranquila, porque hace política con altura de miras y solicitó se leyera el pacto que firmó con Nava. La coordinadora de la bancada del PAN buscó al presidente de su partido, éste fue informado de lo que ocurría, y no les quedó más que esperar que apareciera por San Lázaro.

Temprano, la cúpula de la fracción del PAN preguntó a Francisco Rojas si había garantías de que el trámite para dar licencia a César Nava saldría sin problemas. El coordinador del PRI dijo que no, que había molestia entre sus compañeros. Gil decidió entonces que el asunto no se incluiría en el orden del día.

Después, unos y otros se fueron a sus reuniones previas. En la del PRI, Beatriz Paredes dio explicaciones sobre el convenio, hizo notar que el mismo fue firmado el 30 de octubre, 10 días después de que se aprobara la Ley de Ingresos.

Pidió a sus compañeros: “Si aquellos, el gobierno y su partido están confundidos, no permitamos que nos confundan a nosotros”. Le aplaudieron. Quienes supuestamente se rebelarían contra ella y Francisco Rojas guardaron silencio.

Al mismo tiempo, en otro salón, los panistas debatían. Hubo quienes sentenciaron que si Nava no les informó nada del convenio, era incorrecto que además ellos tuvieran que salir en su defensa sin elementos. Otros pidieron unidad.

Voces de esperanza

Y cuando la sesión parecía transcurrir sin problemas, se discutía un artículo de la Ley de Desarrollo Rural, sorpresivamente Beatriz Paredes pidió la palabra. Y habló de su conciencia, y de la política de altura. Pidió se leyera el convenio. Era evidente el impacto entre los legisladores panistas.

Intentaron responderle Javier Corral y Roberto Gil. De nuevo se escuchaba una voz de esperanza: “Ya viene para acá”. Pero no llegó. Dijeron que negociaba alianzas con el PRD. Una piñata con la imagen de Pinocho fue la que terminó sentada cerca de su curul.

Cometario: Lo único bueno es que si ivan a seguir con la fiesta ya tenian dos piñatas la del Pinocho Nava y la de Beatriz Paredes a chis, la Bety iva en persona, pero bueno siempre se viste como piñata. ¡Viva la Fiesta de Curules !! y sus pnchs pactos de mi.

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